Herencia Y Eugenesia Pdf Freel
This approach can to be used to interpret the position of the Argentine jurist Enrique Díaz de Guijarro (1944DÍAZ DE GUIJARRO, Enrique. El impedimento matrimonial de enfermedad (matrimonio y eugenesia). Buenos Aires: Guillermo Kraft. 1944., p.19-28), in the First Peruvian Conference on Eugenics (Primera Jornada Peruana de Eugenesia) (Lima, 1939). He suggested making divorce legal when a chronic, contagious or hereditary disease was revealed or acquired, and reiterated this position in the Second Peruvian Conference on Eugenics (Segunda Jornada Peruana de Eugenesia) (Lima, 1943) and in the Second National Conference of Law Faculties (Segundo Congreso Nacional de Facultades de Derecho) (Potosí, 1940).
Herencia Y Eugenesia Pdf Freel
However, late eugenic proposals required a great deal of publicity. As well as insuring abundant coverage on the radio and television and public billboards, the Argentine Eugenics Society held various events (Vallejo, 2009VALLEJO, Gustavo. La coerción disimulada: la propaganda radial de la eugenesia en la Argentina de entreguerras. In: Miranda, Marisa; Girón Sierra, Álvaro (Coord.). Cuerpo, biopolítica y control social: América Latina y Europa en los siglos XIX y XX. Buenos Aires: Siglo XXI. p.181-206. 2009.; Vallejo, Miranda, 2005), among them a course taught by Quirós in 1968 promoting eugenics in marriage and the family (Bernaldo de Quirós, 1968b). This allowed him to expound his ideas on the subject of (eugenic) matrimony as the unavoidable basis for creating a family (also on eugenic principles). In the course, Quirós, the founder of the Eugenics Society, openly described the criticism he had been leveling against a project to create Family Tribunals. He argued that judges on family tribunals, legal advisors and practicing attorneys should all be trained in the School of Eugenics, which was under the aegis of the Argentine Social Museum (Museo Social Argentino) (Bernaldo de Quirós, 1966BERNALDO DE QUIRÓS, Carlos. A propósito del proyecto de Tribunales de Familia. Estudios Eugenésicos, t.5, n.112, p.175-176. 1966., p.176).
Los objetivos de este artículo son, primero, exponer el estado del arte de la eugenesia, cómo se desarrolló en el siglo XX, cómo es la nueva eugenesia y cuáles son las dos posturas ético-filosóficas actuales (bioconservadores y transhumanistas). En segundo lugar, sostener que existe un determinismo genético operante en ambos discursos, lo que provoca que el discurso eugenésico actual está siendo utilizado para proponer soluciones simples (genéticas) a problemas complejos (conductuales o sociales). El tercero y último objetivo es cuestionar las motivaciones que subyacen a la implementación de la nueva eugenesia.
En todos los países en los que durante el siglo XX se llevó a cabo un movimiento eugenésico, apoyado y liderado por el gobierno, se desarrollaba un proceso histórico común: acelerada industrialización, urbanización e inmigración, tres características que provocaron la inconformidad de las clases medias, pues veían en los inmigrantes extranjeros y los campesinos pobres que migraban a las ciudades una amenaza para el orden social; por tanto, al encontrar en la eugenesia una alternativa científica y biológica para resolver estos problemas, dieron su apoyo a los pequeños grupos de elite que introdujeron los movimientos eugenésicos en sus países.
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial se dio a conocer el alcance que tuvo la eugenesia en la Alemania nazi, dejando al mundo perplejo e indignado frente a los atropellos cometidos contra miles de personas en pos del perfeccionamiento humano, y fue en este punto de la historia donde se pensó que la eugenesia pasaría como uno de los capítulos más tristes, violentos y deshumanizantes, convirtiéndose en tabú. Pocos años después, la eugenesia parecía haber quedado únicamente en los libros de historia, debido a la asociación generalizada con el Tercer Reich.
La segunda mitad del siglo XX traería consigo muchos cambios. En 1953 se marcó un hito en la historia de la biología al darse a conocer la estructura del ADN; posteriormente, la teoría de la biología sintética cambiaría nuestra concepción de herencia y, poco a poco, comenzaron los estudios enfocados en conocer el genoma de plantas, animales y humanos, su interacción con el ambiente y las posibilidades de modificarlo exitosamente. La década de los sesenta trajo consigo debates en torno a la autonomía reproductiva y al control natal. En la década de los setenta se vivió el debate sobre el aborto, las posturas provida y proelección, y fue así como, poco a poco, el tema de la eugenesia encontró nuevamente cabida a partir de las diferentes técnicas en reproducción asistida, las nuevas tecnologías en la fertilización in vitro, la amniocentesis, los bancos de semen, la ingeniería genética y finalmente la clonación.
En la actualidad, la eugenesia positiva consiste en la aplicación del conocimiento biológico molecular, el diagnóstico y la intervención genética en la búsqueda del enriquecimiento de nuestro genotipo para modificar nuestro fenotipo, con la finalidad de obtener una descendencia que la selección natural probablemente nunca hubiera conseguido; mientras que la eugenesia negativa busca corregir errores genéticos y eliminar enfermedades o factores genéticos desencadenantes de ellas.
Esta nueva eugenesia tiene como objetivo mejorar o perfeccionar la especie humana, siempre y cuando ésta sea individual, no coercitiva y libre del Estado. El mecanismo de regulación estará determinado por intereses económicos del mercado.
Queda claro que uno de los aspectos de imoralidad de la vieja eugenesia fue su carácter impositivo que perseguía fines estatales, el cual radicó en la eliminación de grupos considerados no deseables (grupos raciales -como los negros o mestizos-, étnicos -judíos, indios- o sociales -alcohólicos, criminales o prostitutas-)(2). Independientemente de cómo queramos denominarlos, ambos buscan lo mismo: modificarnos -a nosotros mismos o a nuestra descendencia- para mejorarnos.
Mejorar a quienes? A todos aquellos que así lo deseen, esa es la propuesta de la denominada eugenesia liberal, término acuñado por Nicolas Agar en 1999. De acuerdo con Michael Freeden(5), esta nueva propuesta permite a cualquiera que lo desee, por la razón que sea, ofrecer servicios genéticos a todos aquellos que lo anhelen y estén dispuestos a aceptarlos en los términos que se ofrecen. Una de las principales características que tiene este nuevo tipo de eugenesia es que la línea entre tratamiento y mejora se desvanece, ampliando el rango de decisión de los padres de elegir las características que consideren más convenientes para sus hijos.
Ahora bien, la crítica es que, a diferencia de su predecesora, la nueva eugenesia estará regulada por los mecanismos económicos del mercado, lo que genera dos problemas evidentes: por un lado, la libertad de obtener los beneficios de estas nuevas tecnologías estaría al alcance de quienes pudieran pagarlas, y, por el otro, se corre el riesgo de que los productos, objetivos y resultados de la investigación se vean corrompidos por intereses de las compañías que desarrollan y aplican las nuevas biotecnologías, con el poder de poner a su favor cualquier regulación sanitaria o de bioseguridad(15).
Tal como la eugenesia de mediados de siglo XX buscó limitar la inmigración y la reproducción (por medio de la esterilización), y la posterior eliminación, de grupos no deseables, con la intención de erradicar de sus sociedades a los alcohólicos, prostitutas y enfermos mentales, porque se pensaba que estas conductas eran hereditarias3, la nueva eugenesia busca relacionar ciertas condiciones conductuales con genes específicos heredables. La ventaja en esta ocasión es que se eliminaría al gen y no al individuo.
He intentado exponer hasta el momento los parámetros de la eugenesia y del determinismo genético para que, a partir de este punto, el argumento de que podemos perfeccionarnos, no solo en lo físico (altura, fuerza, longevidad) sino en lo psicológico (más creativos, menos violentos, más éticos) resulta inválido por una razón: queremos encontrar respuesta simples a problemas complejos. Esto es, querer resolver problemas de orden social y de conducta por medio de la genética es reducir y homogeneizar nuestros problemas para poder aplicarles la solución que hoy está capturando nuestra atención y en la que estamos vertiendo esperanzas de mejora: la genética.
Queda mucho por resolver en torno a la eugenesia (o la nueva genética). Que sea accesible es uno de los grandes puntos que aún está pendiente, probablemente porque los que están a favor consideran que no solo es deseable sino ético el uso de estas nuevas tecnologías, incluso si éstas mantienen o incrementan la inequidad social(9)5; por su parte, los que están en contra poco han dicho al respecto. En este sentido, falta mucha investigación y muchas propuestas para resolver este problema.
El eugenismo o los eugenesistas defienden políticas específicas que (de tener éxito) llevarían a una mejora observable del acervo genético humano. Puesto que el definir qué mejoras son deseables o beneficiosas es percibido como una elección cultural más que un asunto que pueda determinarse objetivamente (es decir, por investigaciones empíricas y científicas), la eugenesia ha sido considerada a menudo una pseudociencia. El aspecto más discutido de la eugenesia ha sido la definición de mejora del acervo genético humano, como qué es una característica beneficiosa y qué es un defecto. Este aspecto de la eugenesia ha sido históricamente contaminado con racismo científico.[cita requerida]
La mayoría de estas políticas fueron posteriormente consideradas coactivas, restrictivas o genocidas, y actualmente son pocas las jurisdicciones que incluyen políticas explícitamente clasificadas de eugenésicas o inequívocamente eugenésicas en esencia. Sin embargo, algunas organizaciones privadas ayudan a la gente con servicios de orientación genética, y la reprogenética puede ser considerada una forma de eugenesia liberal no patrocinada por el estado.